Historia

Hace doscientos años con la Gesta de Mayo comenzaba nuestro pueblo criollo a apropiarse de la palabra “autonomía”, al mismo tiempo que a través de la acción comprometida de sus hombres y mujeres, el sueño de otro concepto, el de “Libertad”, se llenaría de sentido años después. En aquel entonces la patria se forjaba a través de los ensayos de las manos tesoneras de quienes comprendieron su época. Un proyecto de país, de patria con una nación organizada, orgullosa de sus valores y cultura no sería posible sin la opción por la EDUCACIÓN, puesto que sin ella la autonomía y la unidad son efímeras. Por aquel entonces, los Padres Franciscanos habían tomado posesión (por designio del Rey Carlos III de España) de la Estancia San Miguel del Carcarañal que otrora perteneciera a los religiosos de la Compañía de Jesús. Como dichas instalaciones estaban derruidas, optaron los franciscanos por trasladar la comunidad religiosa. Edificaron en San Lorenzo, tras la autorización del Sr. Virrey Don Nicolás de Arredondo, parte del que es hoy el Convento San Carlos. En ese contexto; en “Pagos de Don Lorenzo” en la actual provincia de Santa Fe, junto con la patria nacía la escuela San Carlos Nº 1002; denominada por ello “Primera Escuela de la Patria Libre”; para contribuir a ponerle contenido a la palabra EDUCACIÓN. En 1796 se instalan los franciscanos en la nueva obra; luego de este asentamiento, se fue poblando la zona de labradores y pescadores. Estas familias fueron atendidas espiritualmente por los frailes.

Fray Manuel y la Creación de la escuela

Ya en 1808 se incorpora a la comunidad de frailes un hermano lego, que provenía de Chile; Manuel del Carmen Peña, quién había incursionado en la docencia. El padre superior le encomienda la instrucción de las primeras letras y de la doctrina cristiana a los hijos de Don Mateo Fernandez, quién se desempeñaba como soto síndico. Los pobladores enterados de este hecho, reiteran al Padre Guardián las súplicas para que permitiesen la asistencia de sus hijos a la residencia de los frailes; para que el “lego Peña”, así llamado cariñosamente, impartiera la enseñanza. Dada la insistencia frecuente de los habitantes; y la inexistencia de una institución escolar en la zona puesto que la posible escuela del Fuerte Sancti Spíritu, fundado por Sebastián Gaboto en la desembocadura del Río Carcarañá, había sido destruida por los aborígenes del lugar y la otra escuela comunal estaba en la Villa del Rosario; a una distancia considerable para aquellos tiempos; los frailes se reunieron en Discretorio para deliberar la posibilidad de dar respuesta a los reclamos populares. El 19 de diciembre de 1810, tal como lo expresa el acta fundacional, todos los P.P. Discretos reunidos consintieron unánimemente para que se admitiera la asistencia de los hijos de los vecinos de la Campaña que deseasen instrucción para sus niños. Así en este marco, contemplando la necesidad de los lugareños, empieza a dar la escuela San Carlos (tomando el nombre del convento), bajo la dirección del lego Peña, sus primeros pasos.

Primeros pasos de la Escuela

En un principio y según lo expresan los documentos de la época, la escuela no contaba con un espacio propio, sino que funcionaba en una celda conventual. Como es de suponer a todo comienzo, éste también estuvo atravesado por el trabajo incesante, vocacional y sacrificado. Por lo que la tradición oral refleja, a la escuela asistían niños de ambos sexos a aprender a escribir, leer, contar y la doctrina cristiana. Aunque lo hicieron en forma separada los varones de las niñas, bajo una misma dirección, según lo comenta la bibliografía regional. Cabe destacar que aquella escuela impartía la instrucción a todos, incluso a los hijos de las clases más desprotegidas. Hecho para resaltar, dada la inaccesibilidad de indios, negros y algunas castas, en la época a la educación, ya que por coyuntura histórica sólo recibían educación los españoles y criollos, hijos de blancos españoles nacidos en América.

 

La escuela y la lucha por la independencia.

La comunidad franciscana del Convento San Carlos se plegó, desde el comienzo, al movimiento emancipador de la patria. Esta opción política los llevó en 1812 a suspender las obras de ampliación de la Escuela San Carlos, y destinar los materiales y herramientas de la construcción, para responder al pedido del Gral. Manuel Belgrano, en el cual solicitaba apoyo a toda la población del lugar, para la instalación de las Baterías Libertad e Independencia. Según la crónicas conventuales la comunicación fue recibida por el Padre guardián Pedro García que en respuesta, envía todas las herramientas -- y materiales que se tenían para la nueva aula de la escuela: 6 azadas, 15 palas, 6 picos azadón, maderas, clavos y tirantes, además de la carreta y 4 bueyes. Esta vinculación con la causa de la independencia puede verse también en que, según el inventario realizado en 1814, la Escuela contaba ya con una Bandera de la Patria. También es dato aportado por la tradición oral, que luego de ocurrido el Combate de San Lorenzo, el 3 de febrero de 1813, el espacio de la escuela, ofició de sala donde los heridos recibieron asistencia.

La Escuela Monumental

La demanda creciente provocó la mudanza del sitio destinado a la enseñanza en varias ocasiones. Así funcionó al sur del Templo Conventual por un tiempo, luego en el sitio inicial tras una ampliación, también en 1888, en un salón de mayores dimensiones en anchura, altura y techo cubierto de tejas francesas, lo que fue dando prueba de su progreso. Durante todo su crecimiento la escuela funcionó utilizando la metodología de la época y la didáctica de entonces. En ocasiones se autorizó el estudio de latín a algunos alumnos, como así también se dictaron en 1887 clases especiales de enseñanza superior para aquellos que deseaban continuar sus estudios. En 1899 no pudiendo postergarse más la ampliación del edificio se proyecta uno destinado a la escuela. Dicha construcción sería “monumental” en recuerdo del Combate del 3 de febrero de 1813. A estos fines se organizan, una Comisión Central y una Ejecutiva, junto con una Comisión de Damas. Estos tres grupos trabajaron entusiastas para lograr lo que el pueblo anhelaba; contar con un monumento al Combate de San Lorenzo y tener una Escuela Monumental. Así es que el 19 de diciembre de 1910 se instala la piedra fundamental y el 3 de febrero de 1911, se abren los cimientos para comenzar la edificación. Con partidas de dinero provenientes de la Orden Franciscana, de donaciones de los vecinos y de ex alumnos, se hizo frente a los gastos demandados por la obra. En el mes de febrero de 1913, aún sin terminar, se inauguró la que se denominó: ESCUELA MONUMENTAL EN RECUERDO DE LA ACCIÓN DEL 3 DE FEBRERO DE 1813. Tiempo después, en mayo del mismo año, la escuela recibió al Sr. Presidente de la Nación Don Roque Sáenz Peña.

Centro cultural y educativo

Durante la primera mitad del siglo pasado, el edificio de la escuela San Carlos fue el centro social y cultural de la comunidad de San Lorenzo. En su salón central se realizaron obras de teatro, reuniones sociales, recepciones a personalidades que visitaban la ciudad, actos públicos, al tiempo que oficiaba de cine. Nuestra escuela estuvo siempre abierta y acompañando las iniciativas educativas de la ciudad. Su edificio fue cedido en 1949 para que se estableciera el primer colegio secundario, el Colegio Nacional “San Lorenzo”, que funcionó allí hasta lograr su casa propia en 1955. Poco después, el Instituto Secundario “San Carlos”, nace en 1958, por pedido de los padres de los alumnos de la escuela primaria, para educar a quienes egresaban de ella y a quienes lo necesitaran en la ciudad y la región. En 1967, surge en respuesta a la educación de niños con diferentes necesidades educativas por padecer alguna discapacidad, y brindando un servicio genuino, la Escuela Especial Nº 1104 “Santa Mónica”, como aula radial de la Escuela San Carlos. También en 1964, acompañando el crecimiento industrial de la zona, se abre a los jóvenes de San Lorenzo y alrededores la Facultad Católica de Química “Fray Rogelio Bacón”, anexa a la Pontificia Universidad Católica Argentina. Dicha facultad funciona hoy en la ciudad de Rosario. En 1973, también en la histórica escuela, comienzan los cursos regulares del Bachillerato para Adultos, nocturno, de carácter provincial que funciona en el local escolar hasta 1977. Este acompañar el crecimiento de distintas instituciones educativas es una demostración de que estando atenta a los tiempos, la Escuela San Carlos supo ser generosa con la comunidad de San Lorenzo; al mismo tiempo que evidencia la apertura y visión de quienes quisieron dar respuesta a las necesidades populares, confiando en la educación como medio de alcanzar la altura humana más plena.